Los perros, con su comportamiento gentil y amor incondicional, desempeñan un papel crucial en mejorar tanto la salud mental como la física. Al contar con terapias asistidas con perros, el impacto positivo de estos compañeros peludos se extiende más allá del apoyo emocional, influyendo en diversos aspectos de la salud humana. Te contamos sobre todo los perros de terapia a continuación.
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Diferencias entre perros de terapia y perros de servicio
Es importante diferenciar entre perros de terapia y perros de servicio. Los perros de servicio están entrenados para realizar tareas específicas en nombre de sus dueños, generalmente para ayudarlos a enfrentar discapacidades. En España, por ejemplo, no existen leyes específicas para los perros de servicio pero están reconocidos y protegidos por la legislación sobre personas con discapacidad, y tienen derechos específicos para acceder a lugares públicos y privados junto con sus dueños.
Los perros de terapia, a veces llamados “perros de confort”, brindan apoyo a la salud mental al proporcionar atención y consuelo. Su dulce comportamiento y amor incondicional pueden tener beneficios terapéuticos para quienes enfrentan desafíos de salud difíciles. A diferencia de los perros de servicio, cualquiera puede disfrutar de la compañía de un perro de terapia.
¿Qué razas pueden ser perros de terapia?
Cualquier raza amigable de perro puede convertirse en un perro de terapia con un poco de entrenamiento. Razas más grandes como golden retrievers, caniches estándar, san bernardos y labradores son comúnmente utilizadas como perros de terapia. Sin embargo, razas más pequeñas como caniches miniatura y pomeranias son buenas opciones cuando el perro y el paciente comparten un espacio más reducido.
El buen temperamento del perro puede depender en parte de su raza, pero principalmente se basa en cómo se cría el perro y en cómo se desarrolla su temperamento de manera equilibrada. Antes de ser aceptados como animales de terapia, los perros se someten a pruebas y observaciones de su respuesta a estímulos, como ruidos fuertes o confusos, ser agarrados de repente o incluso al contacto con equipos como bastones o sillas de ruedas.
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Beneficios de vivir la terapia asistida con perros
La conexión única entre los seres humanos y los perros ha dado lugar a la evolución de diversas formas de terapia y apoyo emocional, en las cuales estos leales compañeros juegan un papel esencial. Entre sus beneficios podemos mencionar los siguientes.
Apoyo emocional para la salud mental
Los perros de terapia brindan un apoyo emocional invaluable, especialmente para aquellas personas que enfrentan desafíos de salud mental. Ya sea lidiando con depresión, ansiedad o trastorno de estrés postraumático (TEPT), la presencia de un perro de terapia puede tener un efecto tranquilizador. La compañía y la naturaleza no crítica de estos perros crean una sensación de comodidad y seguridad, fomentando un entorno positivo para la curación emocional.
Reducción del estrés y relajación
Interactuar con perros de terapia ha demostrado reducir los niveles de estrés. El simple acto de acariciar a un perro puede desencadenar la liberación de oxitocina, la hormona del amor, que contribuye a la reducción del estrés y la mejora del estado de ánimo. Esta interacción relajante puede tener beneficios significativos para la salud mental al proporcionar un alivio instantáneo de la tensión y la ansiedad.
Apoyo durante trastornos psiquiátricos y emocionales
Los perros de terapia son especialmente eficaces en el apoyo a personas diagnosticadas con trastornos psiquiátricos y emocionales. Individuos que enfrentan condiciones como trastorno bipolar, autismo, déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y Alzheimer pueden experimentar mejoras en su bienestar emocional a través de la interacción regular con perros de terapia. La conexión afectuosa con estos animales puede ser un recurso valioso en la gestión diaria de estos desafíos de salud.
Estímulo para la actividad física y socialización
La presencia de perros de terapia también puede motivar la actividad física y la socialización. Pasear o jugar con un perro fomenta el ejercicio regular, lo cual es beneficioso para la salud física y mental. Además, estos perros a menudo sirven como catalizadores para la interacción social, facilitando la conexión entre personas y reduciendo el aislamiento social.
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Mejora de la recuperación física
La terapia con perros no solo beneficia la salud mental, sino que también puede contribuir a la recuperación física. Pacientes que participan en programas de terapia asistida con animales mientras se recuperan de cirugías o lesiones graves han mostrado una disminución de la percepción del dolor y una mejora en la recuperación física. La interacción con perros de terapia puede estimular la liberación de endorfinas, hormonas que actúan como analgésicos naturales.
Un enfoque integral para el bienestar
En resumen, los perros de terapia ofrecen un enfoque integral para mejorar la salud mental y física. Su capacidad para proporcionar apoyo emocional, reducir el estrés, apoyar en trastornos psiquiátricos y fomentar la actividad física demuestra su versatilidad en la promoción del bienestar humano. La conexión especial entre humanos y perros de terapia destaca la importancia de estos compañeros peludos en el camino hacia una salud más completa y equilibrada.